Conclusiones de la investigación.
El conflicto Israel y Palestina sigue siendo uno de los desafíos más complejos en la política global, marcado por tensiones históricas, territoriales y religiosas. Este análisis ha permitido evidenciar que la raíz del conflicto se encuentra por la lucha de tierras, la identidad y el derecho de autodeterminación de ambos pueblos. Sumandoa una historia de desconfianza y violencia.
Por otra parte, la tecnología seguirá siendo un motor clave de cambio globlal, pero su implementación debe estar guiada por principios éticos y una visión de equidad social para maximizar su impacto positivo en la humanidad.
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